Veces
Tiempo de preparación: 10 minutos Tiempo de cocción: 30 minutos Y ahí lo tienes, ahora puedes llevar a la mesa un plato delicioso y colorido para conquistar a toda la familia.
Y un pequeño secreto de un chef: si quieres darle un toque más al sabor, puedes añadir a tu salsa un poco de ralladura de limón. Este plato, tal como lo usamos en la cocina francesa, realza el sabor del plato y de los tomates cherry, ¡haciendo el plato aún más irresistible!
Lista de ingredientes para preparar pasta feta con tomates cherry para 4 personas
Para esta receta necesitarás:
- 200 gramos de queso feta
- 500 gramos de espaguetis
- 500 g de tomates cereza
- 4 dientes de ajo
- Aceite de oliva
- Una pizca de chile
- Sal y pimienta al gusto
- Un puñado de albahaca fresca
Preparación
La preparación de esta deliciosa pasta es muy sencilla:
- Precalienta el horno a 200°C.
- En una fuente para horno, mezcla los tomates cherry con el aceite de oliva, el ajo, la sal y la pimienta. Coloque el queso feta en el centro de la sartén.
- Hornee durante 25-30 minutos, hasta que el queso feta y los tomates cherry estén dorados.
- Mientras tanto, cocine la pasta en agua con sal como se indica en el paquete.
- Una vez que los tomates feta y cherry estén listos, tritúralos suavemente con un tenedor hasta obtener una salsa cremosa.
- Mezclar la pasta cocida con la salsa. Agrega albahaca fresca y una pizca de chile.
Aspectos dietéticos de la receta.
Esta receta ofrece un aporte calórico de aproximadamente 500 kcal por ración. El queso feta es un queso relativamente ligero y la pasta proporciona la energía que tu cuerpo necesita. Los tomates cherry, por otro lado, son fuente de vitamina C y A. Si quieres que esta receta sea aún más ligera, puedes sustituir la pasta normal por una hecha a base de cereales integrales o por pasta konjac, que es muy baja en calorías. .
Consejos y variaciones
Si te gustan los sabores más fuertes, prueba agregar un poco de orégano o alcaparras a tu pasta feta. Con un poco de creatividad, puedes descubrir nuevas variaciones cada vez. Recuerda, en la cocina, ¡el cielo es el límite!